Una estatura prominente que lo destacaba,
unas facciones bien definidas e indelebles a la percepción visual. Una
humanidad nada particular, podía fácilmente destacar del resto sin ningún
problema y cada vez que yo era la protagonista de su atención me sentía
alagada, no podía dejar de preguntarme ¿Cómo podría existir alguien como “EL”?
Una tarde, me dedique a platicar con ese personaje. No tenía la más mínima
intención de querer destacar ante su atención solo me había dado un ataque de
curiosidad… Ese tipo de curiosidad que te causa incertidumbre que te hace
meditar y sacar mil interrogantes, quería asegurarme de no estar siendo
superficial y sentía una extraña sensación por ello. No podía ser que yo
sintiera curiosidad por querer analizar cada uno de sus pensamientos, y logre
mi objetivo había tenido una plática bastante interesante y me gusto descubrir
sus gustos, intereses, ideales sobre todo la visión que tenia del mundo. Sus
habilidades y créanme que puedo decir con certeza que es realmente talentoso,
estaba siento un poco ilusa a querer dibujar esta persona en mi mente y fue la
única vez en mi vida que me sentí realmente extraña, nuestro conversación
termino cuando me confeso que era aficionado a los cigarrillos.
Volví a toparme con él un par de veces, y
odiaba reconocerlo con el olor a cigarrillos, una vez cito: ‘’inevitablemente
Siempre me conocerás así, a mí con un par de cigarrillos’’